Un juez de Texas condenó a cadena perpetua a dos miembros de la pandilla callejera y de prisiones ‘Barrio Azteca’ por las muertes de una empleada del consulado estadounidense en Ciudad Juárez, su esposo y el esposo de otra empleada, informó el Departamento de Justicia.
Los condenados son José Guadalupe Díaz Díaz, alias ‘Zorro’, de 43 años de edad, y Martín Artín Pérez Marrufo, alias ‘Popeye’, de 54 años, ambos de Chihuahua, México.
En enero, un jurado del Distrito Oeste de Texas encontró a Díaz y Pérez culpables de los cargos de conspiración para extorsionar, tráfico de narcóticos, lavado de dinero y homicidio.
Según las pruebas presentadas en el juicio, el 13 de marzo de 2010 Díaz y Pérez mataron a Leslie Enríquez, empleada del consulado de Estados Unidos, a su esposo, Arthur Redelfs, y a Jorge Salcido Ceniceros, cónyuge de otra empleada consular.
“Las víctimas fueron atacadas por los sicarios después que salieron de una fiesta de cumpleaños infantil en Juárez, porque fueron confundidas inicialmente con miembros de una banda rival”, indicó el boletín del Departamento de Justicia.
Según ese informe Díaz mató a balazos a Enríquez y Redelfs, mientras que Pérez mató a Salcido Ceniceros.
“Los asesinatos de Leslie Enríquez, Arthur Redelfs y Jorge Ceniceros son una tragedia”, dijo el fiscal general asistente Kenneth Polite. “Estas condenas demuestran el compromiso del Departamento de combatir a las organizaciones internacionales criminales”.
En el juicio la Fiscalía presentó pruebas de que “Barrio Azteca” es una organización criminal transnacional involucrada en el lavado de dinero, las extorsiones y actividades relacionadas con las drogas en El Paso (Texas).
Esa pandilla se había aliado con otras para combatir el Cartel de Sinaloa, encabezado entonces por Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán y sus cómplices en disputa por el control del tráfico de drogas a través de Ciudad Juárez.
Díaz fue extraditado desde México en noviembre de 2019 y Pérez fue extraditado en enero de 2020.
La audiencia de sentencia se ha fijado para el 9 de mayo próximo, y ambos convictos encaran una sentencia mínima obligatoria de prisión de por vida.