México y Polonia empataron sin goles el partido correspondiente al grupo C del Mundial de fútbol de Qatar 2022 que les enfrentó este martes en el estadio 974 de b.
México llevó gran parte de la iniciativa, pero la más clara ocasión la tuvo Polonia, que dispuso de un penalti que no pudo convertir Robert Lewandowski en el minuto 58 y que le desvió el ‘Memo’ Ochoa, que a los 37 años disputa su quinto Mundial.
Arabia Saudita, que protagonizó la gran sorpresa del Mundial al derrotar (2-1) a Argentina, lidera el grupo C con tres puntos, dos más que México y Polonia.
Poco premio para una ‘Tri’ dominante o bueno porque ‘Memo’ Ochoa paró un penalti a Lewandowski en un conjunto polaco que sin apenas generar peligro rozó el gol. En este caso, lo que es real es que ambas suman un punto más que la gran favorita del Grupo C.
Ya dijo ‘Tata’ Martino, abucheado cuando su nombre sonó en la megafonía, que en los últimos partidos los resultados no habían acompañado a las sensaciones y que lo necesario en un Mundial es que se unan ambas cosas, o al menos la primera. Y en su estreno en Qatar 2022, lamentará que no haya ocurrido.
México llevó el control desde el inicio del encuentro. Ese era el plan. No centrarse en contrarrestar a Lewandowski, al que, por cierto, Edson Álvarez secó a la perfección en cada duelo sin dejar entrar en juego a la gran estrella polaca, hasta que llegó un error en la segunda mitad. Laterales profundos, electricidad por ambas bandas con ‘Chucky’ Lozano y Alexis Vega y mentalidad ofensiva.
No tardaron estos dos en armar lio. Minuto 5 y un centro del primero le llegó al segundo, pero no acertó a rematar con certeza. Una asociación que se repitió en el minuto 26, pero que tras la salida de Vega y el paso de Lozano a la izquierda demostró que han de intercambiar los lugares para que el gran ídolo, Hirving, sea más determinante.
Lo intentó la ‘Tri’ sin mayor respuesta polaca. ‘Memo’ Ochoa vivió la primera parte de su quinto Mundial, igualando este martes junto a Héctor Herrera el récord histórico de la competición, con una tranquilidad que seguramente no esperaba. Y que le duró poco.
Un mal pasé de Jesús Gallardo en salida de balón le llegó a Edson Álvarez de espaldas y con el esférico botando. El resultado, un mano a mano de Lewandowski, de los que no falla a no ser que le hagan penalti. Como ocurrió. Héctor Moreno le agarró de la camiseta y le zancadilleó con una pierna abajo.
El colegiado australiano Chris Beath no lo apreció en primera instancia, pero sí cuando fue llamado a revisión por el VAR. Ocasión perfecta en el minuto 58 para que el polaco rompiese su sequía en los mundiales -ningún gol en cuatro partidos, tras el de este martes-, pero se encontró con un ‘Memo’ Ochoa que no jugó solo por hacer historia con su quinto mundial.
El arquero adivinó el lado del lanzamiento, a su izquierda, y se convirtió en héroe. Por si le hacía falta algo a los aficionados mexicanos para crecerse, que hicieron temblar los cimientos del estadio 974, el primero desmontable de la historia.
Al salvar Ochoa el penalti, el guion del partido no cambió. México reaccionó con furia, pero le siguió faltando el acierto en el último pase, en el disparo, en los regates que desbordan en zona peligrosa.
Por esto, Polonia, con poco, creyó. Una peinada de Lewandowski en el primer palo en un córner la recogió Krychowiak en el segundo y metió el miedo en el cuerpo a la ‘Tri’. Vivir en el alambre tiene estas cosas, aunque México creyó hasta el final alentada por su afición.