En pleno “Buen Fin”, comerciantes y habitantes de Parral optaron por implementar un toque de queda no oficial tras la masacre ocurrida en el Carril Santa Teresa. Desde la noche del sábado, la actividad comercial y social fue prácticamente nula, luego de que tiendas del sector centro bajaran sus cortinas y bares y cantinas decidieran no abrir ante el clima de inseguridad que sacudió a la ciudad.
Empresarios locales lamentaron la situación, pues mantenían expectativas positivas por el incremento de ventas habitual durante este fin de semana de descuentos; sin embargo, los hechos violentos terminaron por arruinar una de las jornadas comerciales más importantes del año. La incertidumbre y el temor se impusieron entre la población, que optó por resguardarse en sus hogares mientras la ciudad quedaba desierta.
Por su parte, la Fiscalía de Distrito Zona Sur informó que inició las investigaciones para esclarecer las circunstancias en que ocho personas fueron privadas de la vida en distintos hechos registrados entre la tarde del sábado y la madrugada del domingo. Las autoridades continúan con los trabajos periciales y de campo para determinar la relación entre los sucesos y dar con los responsables de esta nueva ola de violencia que impactó directamente la actividad económica y social de Parral.




